Velocity


© Carlos Alba

Linea 3
Suben 100, bajan 100.
Caras de sueño escondidas tras un periódico.
Silencio.
Raíles.
Entre el roce del acero y el crujir de los vagones
suena una dulce melodía.
Nadie escucha,
todos oyen.
La velocidad de la urbe impide disfrutar de ese instante,
desapercibido.
Próxima parada.
Suben 100, baja el.
En silencio,
con el bolsillo aun vacío.

Comentarios

Unknown ha dicho que…
Cuando dos personas que pasean a sus respectivos perros, o viceversa, se sientan en un banco del parque, lo hacen lo más alejad@s posibles, cada uno en un extremo del banco y en silencio, mientras tanto los perros se huelen el culo y menean el rabo...!

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